El Gobierno del Partido Popular y Ciudadanos, en su particular ‘Vía Crucis cultural’, evidencia su pésima gestión en la licitación del contrato del Teatro Real
David Estrada: “Se trata de una carga económica para los ribereños, que no verán mejorado el atractivo que debe suponer una infraestructura cultural de esta entidad, por cuando se subvenciona un contrato que nace con un déficit en la explotación según los datos económicos del contrato”
El Gobierno municipal aprobó hace unos días, en Pleno extraordinario, la incoación de procedimiento de resolución del contrato de gestión de servicios públicos del Teatro Real Carlos III de Aranjuez por incumplimiento culpable del contratista. Tras su aprobación, en Junta de Gobierno Local acordó el desistimiento de la adjudicación del contrato que se estaba licitando (adjudicado a la anterior contratista), y la licitación de un nuevo pliego para la gestión del Teatro Real, “un pliego que es exactamente el mismo con una salvedad, se ha reducido la duración del contrato para impedir que se pueda presentar cualquier tipo de recurso especial ante el Tribunal Administrativo de Contratación Pública de la Comunidad de Madrid, una maniobra del Gobierno municipal que perjudica gravemente los intereses de los ribereños”, ha expresado el concejal Socialista David Estrada.
Estrada ha señalado que “el contrato que han sacado a licitación vuelve a ser un despropósito, porque no solventa los problemas de que adolece la gestión del teatro, ni garantiza una calidad escénica ni el atractivo escénico que merece esta infraestructura cultural para los ribereños, porque el contrato se ha formulado sobre unos datos que no se corresponden con la realidad. Se ha tomado como estimación de ingresos el contrato del Teatro Galileo del Distrito de Chamberí, unos ingresos que son menores y nada justificados respecto a los que arroja el informe de auditoría respecto de la gestión del Teatro Real Coliseo Carlos III de Aranjuez.
Llama la atención, aunque no sorprende, en su afán de asumir la portavocía del Gobierno municipal, la actitud del portavoz de Acipa, Jesús Mario Blasco, cuando se vanagloria y felicita a la delegación de Cultura por haber hecho un seguimiento del contrato y haber incoado el procedimiento, “lo que no dice el señor Blasco es que no se trata de un seguimiento del contrato, que lo que había era una auditoría externa, a la que está obligado el contratista, que habla de irregularidades gravísimas, y a pesar de que desde el PSOE ya lo avisamos en marzo cuando votamos en contra de imponer al contratista una falsa prórroga en la gestión, siguieron con el procedimiento”, ha afirmado Estrada.
El edil socialista ha recordado que “Acipa votó a favor de la prórroga del contrato cuando había indicios de irregularidades y una auditoría que los corroboraba, y aun así continuaron con la tercera prórroga que, además, entendíamos, y así lo hicimos saber en el Pleno, que era totalmente irregular al no estar contemplada ni en el contrato ni en la ley, pero el señor Blasco volvió, como vuelve a hacer ahora, a blanquear la pésima gestión del gobierno municipal en este asunto”.
En esta actitud obsesiva del señor Blasco por tapar las vergüenzas del Gobierno municipal afirma que este proceso era necesario porque no se puede dejar a la ciudad sin programación cultural. “Eso es una evidencia -afirma Estrada- pero es que la responsabilidad de que no exista programación en el Teatro Real es única y exclusivamente del Gobierno municipal, porque una vez que se termina el contrato la gestión debe ser asumida por el Gobierno local, de manera pública, y lo que tiene que hacer es trabajar para programar y buscar alternativas, porque hasta la adjudicación de un nuevo pliego esa gestión es responsabilidad del Ayuntamiento”.
Por último, el concejal socialista ha expresado que “se ha desistido de la anterior licitación porque había resultado adjudicatario el anterior contratista, a quien se le impuso la continuación de la gestión cuando ya se conocía la auditoría con las graves irregularidades. Lo peor es que se ha publicado el mismo pliego, huyendo de la revisión del Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales, un contrato que no resuelve la gestión cultural del Teatro Real Coliseo Carlos III, que no ha contado con el Consejo participativo de cultura (aún no convocado) ni con los grupos municipales”.
“Se trata de una carga económica para los ribereños, que no verán mejorado el atractivo que debe suponer una infraestructura cultural de esta entidad, por cuando se subvenciona un contrato que nace con un déficit en la explotación según los datos económicos del contrato”, ha manifestado el edil socialista.
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