EDITORIAL: Una ciudad deprimida

La gestión y el diseño de las recientemente celebradas fiestas del San Fernando han dejado en evidencia al Gobierno municipal de Partido Popular y VOX. Han sido los festejos locales más pobres que se recuerdan y vienen a corroborar que ni María José Martínez ni sus súbditos tienen proyecto de ciudad ni nada que se le parezca. Hace años que no son capaces de aprobar un presupuesto municipal, pese a sus mayorías absolutas frente a los grupos progresistas, y pretenden que sea una excusa que ya no pueden sostener. San Fernando solo ha sido un síntoma de un Gobierno que se desvanece y que, con ello, languidece a una ciudad que no merece semejantes dirigentes.

Porque el Partido Popular se ha plegado a VOX y a su autoritarismo. Desde que la ultraderecha ha entrado en la institución con mando en plaza se han acabado los consensos y cualquier atisbo de acuerdo en temas importantes para Aranjuez como, por ejemplo, la sostenibilidad y un futuro acorde a lo que proyecta la Unión Europea. VOX no cree en la movilidad sostenible y, sin embargo, Martínez les ha colocado al frente de una delegación que apresa cualquier atisbo de proyección. Son negacionistas.

Cada vez permanecen menos cosas en el tiempo, dentro y fuera de las fiestas, porque este Gobierno de derecha extrema y de extrema derecha no es capaz de apoyar e implicarse en iniciativas ciudadanas y ya, ni siquiera, son capaces de mantener actividades festivas como los autos locos o algún concierto de aquellos que le daban lustre a los festejos. Pero es que todo esto se adereza con la no celebración, cerca de 40 años después, de Alfaranjuez. Cada vez hay menos cultura -dónde está la Cinemateca, por dónde andan las obras de teatro de la Comunidad de Madrid-, menos eventos y más miserias en una ciudad que no atisba un ascua de futuro con estos dirigentes.

En Aranjuez no existe mantenimiento de sus barrios y sus calles, en pleno mes de junio aún no se sabe cuándo abrirá la piscina municipal de cara a este verano, las zonas verdes no presencian la atención que merecen y la limpieza brilla por su ausencia, con un contrato mucho más caro y con menos prestaciones que el anterior, firmado por el PSOE. Ni siquiera han sido capaces de quitarle la etiqueta de desierto al Punto Limpio, con un coste muy elevado para la ciudad porque a María José Martínez, tal vez asesorada por un concejal -José González Granados, que ha provocado que se condene al Ayuntamiento por persecución a trabajadores municipales- solo se le ha ocurrido sacarlo fuera de un pliego en el que estaba incluido.

Todos son contras sin compensación de algún ‘pro’, ya que, además, la alcaldesa anda desaparecida, más enfocada en su futuro en la Asamblea de Madrid, en la que es diputada, que en los problemas de su ciudad, desdoblando sueldos pero no esfuerzos. Y tampoco se divisa capacidad alguna en su presunto sustituto en el futuro, el pretendiente Miguel Gómez, al que el refrán de “ni una mala palabra, ni una buena acción” le viene que ni al pelo.

Esta ciudad se ahoga en el abandono de sus dirigentes y se pierde en el olvido de la Comunidad de Madrid, que nunca ha apostado por Aranjuez ante la sumisión de María José Martínez ante su presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. 

Pero hay alternativa, porque el Partido Socialista dispone de un proyecto serio para Aranjuez, un proyecto que se sostiene sobre los pilares de la apuesta decidida por el medio ambiente, por la sostenibilidad, por inversiones para Aranjuez como el Parador Nacional, un proyecto que se centre en oportunidades para jóvenes, en un plan de vivienda y en, sobre todo, exigir a las administraciones, sean del color político que sean, para que la ciudad mejore, avance y se modernice.

El Partido Popular, de la mano de VOX, se ha abrazado a la época del alcanfor, del color gris que nos esta devolviendo a los tiempos del retroceso. Aranjuez está triste y hay que volver a conseguir que sonría, porque con la derecha y la ultraderecha la depresión continuará haciendo mella en la ciudad.