EDITORIAL: Es la alcaldesa la que…

Publicado por PSOE Aranjuez en

Mariano Rajoy ya desnudó el pensamiento del Partido Popular sobre la función de los alcaldes cuando deslizó aquello de «es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde”. Cosas de la derecha y del planteamiento político que tienen sobre el municipalismo que, por otra parte, es la acción política más importante que se puede desarrollar.

Para María José Martínez, la alcaldesa de Aranjuez que ha perdido ocho concejales en las dos últimas legislaturas, la consigna es todavía más clara: servir a su partido y no molestar a Isabel Díaz Ayuso con reivindicaciones y peticiones que le puedan incomodar.

Un alcalde o alcaldesa ostenta el honor de ser el servidor o la servidora públicos por excelencia. 

Se trata del puesto más relevante y de la figura más representativa de cualquier municipio o ciudad. Los vecinos son quienes otorgan esa máxima responsabilidad y son ellos los que exigen que se les respete y se vele por los intereses que puedan contribuir a su bienestar social. Y como se ha podido comprobar en estos tres años de legislatura y en la anterior en la que también fue alcaldesa, María José Martínez no cumple ni una sola premisa para ser la primera edil de una ciudad como Aranjuez.

No es solo la falta de mantenimiento, de limpieza e infraestructuras de una ciudad que se está viniendo abajo, con falta de ideas, de proyecto y de gestión que solamente están encontrando soluciones en el dinero público que está llegando desde el Gobierno de Pedro Sánchez; es la desidia y la falta de capacidad para exigir que los servicios públicos de esta ciudad sean atendidos desde el Gobierno regional, al que Martínez jamás ha pedido nada… salvo que retrasase todos los proyectos que inició el Partido Socialista en la pasada legislatura, como ya reconocieron personas de su propio partido en la Asamblea de Madrid.

Que la gestión municipal debe estar por encima de la sigla es algo que le han demostrado a Maria José Martínez alcaldes y alcaldesas de esta región, exigiendo que no se cierren los Servicios de Urgencia de Atención Primaria en sus localidades, reivindicaciones de ediles populares que han sido atendidas, ante la insistencia, por la presidenta regional. Son claros ejemplos de que los intereses vecinales están muy por encima de los partidistas, algo que Martínez no entendió ni va a entender nunca. 

La alcaldesa de Aranjuez no es que no haya realizado petición pública alguna para que Aranjuez no disminuya sus servicios públicos sanitarios, es que jamás se la ha visto encabezando ni una sola concentración reivindicativa, ni por los recursos del Hospital del Tajo, que está bajo mínimos desde hace años, ni por reclamar más personal, más servicios y más material en los centros de Atención Primaria. 

La arrogancia y la altanería de la líder del Partido Popular en Aranjuez choca con los principios de servidora pública, algo en lo que nunca ha creído y si no ahí está la privatización del servicio de la delegación de Parques y Jardines, que le va a costar a Aranjuez mucho más dinero que si la gestión la realizase el concejal delegado responsable, José González Granados, para lo que sería imprescindible el compromiso laboral y público y las ganas de trabajar de alguien que defiende la gestión privada con uñas y dientes.

“Sánchez, Sánchez, Sánchez….”, es lo que llevamos escuchando de boca de Martínez desde que se inició la pandemia. Lo que no hemos escuchado es ni una sola reivindicación al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que aún no ha dispuesto ayuda alguna para paliar los desastres de una pandemia, de un temporal como Filomena o de las consecuencias de la invasión de Rusia en Ucrania. Sí hemos visto la concesión de más de 11 millones de euros del Gobierno estatal del PSOE para desarrollar proyectos que rehabiliten infraestructuras dañadas por el temporal, sí hemos visto partidas económicas estatales para ayudar a las familias más desfavorecidas con convenios sociales, sí hemos visto devoluciones de IVA que Mariano Rajoy le quitó a esta ciudad, sí hemos visto un aumento de ingresos mensuales en Aranjuez derivados de la participación de tributos del Estado… 

En Martínez solo vemos intereses personales, gestiones deficientes en adjudicaciones de contratos como el del Teatro Real, procesos de selección de personal que se han paralizado ante las denuncias del Partido Socialista, barrios descuidados y abandonados, falta de mantenimiento en calles y en aceras, suciedad en cada rincón de la ciudad, falta de proyecto, sumisión al Gobierno regional… en definitiva, falta de respeto a Aranjuez, que es la principal virtud que una alcaldesa, en este caso, debería abanderar para representar a esta ciudad.

Categorías: Opinión

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