EDITORIAL: ‘Invertir en las mujeres, acelerar el progreso’

El próximo 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer que, en esta edición, lucirá el lema ‘Invertir en las mujeres, acelerar el progreso’. En pleno siglo XXI, y después de mucho trabajo y mucha lucha, son varios los derechos y los avances que se han conseguido para llegar a la plena igualdad; sin embargo es evidente que aún queda mucho camino por recorrer para eliminar esa brecha salarial y esa brecha social que aún, a día de hoy, sigue impidiendo que la desigualdad de género desaparezca.

El camino más corto para conseguir estas metas es el de la unión y el de centrarse en lo que a toda sociedad debería vincularnos: trabajar para afianzar los derechos ya conseguidos y seguir reivindicando nuevos derechos que impulsen una igualdad real que todavía no se ha alcanzado.

El Pleno de la Corporación ha aprobado esta semana una moción consensuada por todos los grupos políticos a excepción de la extrema derecha, que se ha vuelto a enredar en necios parámetros que les apartan de una realidad que se empeñan en negar. El propósito de VOX no es otro que eliminar las leyes que avanzan en igualdad, el propio Ministerio de Igualdad y que se supriman las subvenciones a las asociaciones feministas, aprovechando para centrar las causas de la violencia en la inmigración, en las personas trans y la desprotección de las instituciones, omitiendo hablar de machismo y de patriarcado, negando que a las mujeres sus parejas o ex parejas las asesinan por el mero hecho de ser mujeres.

Pero más allá de dedicarle unas líneas a quienes tratan de banalizar la igualdad, es momento de esgrimir las líneas argumentales que ayuden a recorrer una senda que lleva varios siglos embarrada. La ONU afirma que “garantizar los derechos de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida es la única forma de asegurar el desarrollo sostenible”.

No podemos obviar que uno de los objetivos de la Agenda 2030 es el de llegar a la fecha con la plena igualdad, y una de las barreras para lograrlo, según los expertos, es la falta de financiamiento “con un abrumador déficit anual de 360.000 millones de dólares”.

Las Naciones Unidas disertan cinco líneas sobre las que se deben centrar los Gobiernos, las instituciones y la sociedad en general. La primera de ellas es la inversión en derechos humanos, piedra angular para crear sociedades inclusivas. Afirma la organización sin que razón les falte, que “los avances para las mujeres benefician a todo el mundo”.

También es esencial acabar con la pobreza. El dato oficial es que 342 millones de mujeres y niñas podrían vivir por debajo del umbral de la pobreza en 2030, un dato desolador que nos debe hacer recapacitar y rediseñar un futuro que nos marque el camino.

Otro de los cimientos sobre el que debemos construir es el de la financiación, ya que el 75% de los países en el mundo están sufriendo recortes en el gasto público y los mantendrán el próximo año. Siempre, en cualquier ámbito de la vida, ha resultado imprescindible invertir para avanzar, y la igualdad de derechos entre mujeres y hombres no es una excepción.

Tampoco podemos olvidarnos del desarrollo sostenible. Naciones Unidas afirman que “los movimientos de mujeres que abogan por modelos alternativos proponen avanzar hacia una sociedad del cuidado que preserve el medioambiente y la sostenibilidad, amplificando la voz de las mujeres”.

El último pilar se sostiene sobre el feminismo y, lamentablemente, los movimientos feministas no cuentan con el apoyo y la financiación necesarias para avanzar en derechos para la igualdad. No tienen recursos y hoy día siguen resultando esenciales.

Ya lo dijo Almudena Grandes: “El feminismo no busca el poder para las mujeres, sino la igualdad”, una frase que certifica que las mujeres no quieren el poder absoluto, sino tener los mismos derechos y oportunidades que los hombres. Trabajemos por ello.