EDITORIAL: Mentiras e hipocresía

Publicado por PSOE Aranjuez en

Decía Gandhi que “más vale ser vencido diciendo la verdad que triunfar por una mentira”. Desde hace años, el Partido Popular ha instalado el arte del engaño como base de sustento para sus electores y, también, para tratar de alcanzar un poder que, habitualmente, ha utilizado para sus propios intereses derivando, incluso, en múltiples casos de corrupción. No hay que olvidar que los populares son el único partido en la historia de este país que ha sido condenado por corrupto.

Son múltiples las mentiras que vienen vertiendo los máximos representantes de la derecha desde hace años. Desde la atribución de los atentados del 11M a la banda terrorista ETA hasta que el actual líder, Núñez Feijóo, no conocía a Marcial Dorado, una de las figuras más relevantes del narcotráfico en Galicia, cuando ha quedado demostrada una amistad más que consolidada. Tampoco han sabido explicar nunca quién es ‘M. Rajoy’, ni la financiación ilegal, ni el ‘Tamayazo’.

Tampoco se queda corta la alcaldesa de Aranjuez, María José Martínez, que si de mentir se trata  también se aferra al ADN de su partido. Hace años que se sentó en una mesa con Isabel Díaz Ayuso de la que no se iba a levantar hasta que de allí saliese la construcción de la rotonda de la M-305, que da acceso a La Montaña, por parte de la Comunidad de Madrid. También afirmó que las urgencias extra hospitalarias del centro de Abastos se iban a abrir inminentemente en las condiciones pro pandemia, ha engañado a los vecinos y vecinas de múltiples barrios afirmando que iba a acometer obras que nunca se han realizado, y también ha mentido afirmando sistemáticamente que el Gobierno de España no ha ayudado a nuestra ciudad con inversiones y con fondos cuando, solo en la pasada legislatura, se destinaron desde el Estado más de 50 millones de euros que, evidentemente, no ha sabido gestionar.

La última mentira del Partido Popular ha venido de la mano de su máxima exponente en la materia: Isabel Díaz Ayuso, que ha llegado a afirmar que lo del fraude fiscal de su pareja no es más que una maniobra de Pedro Sánchez para desestabilizarla. Ha llegado hasta el atrevimiento de porfiar que, en realidad, es Hacienda la que le debe 600.000 euros a su novio. Resulta cuando menos curioso, ya que la pareja de Ayuso debe ser la única persona que tras cometer varios delitos fiscales reconocidos por su abogado, con elaboración de facturas falsas y tras un enriquecimiento ilícito a costa de la ciudadanía, sea la Administración la que le tenga que devolver dinero.

Ayuso trató de reírse de los ciudadanos cuando expresó en una rueda de prensa infame que es una inspección de Hacienda sacada de quicio. Ni más ni menos. Aquí no hay ninguna trama, ni sociedades pantallas ni nada, como se está diciendo”. Una vez desmentidas las afirmaciones de la Presidenta regional por parte del fisco, el siguiente paso ha sido sacar a bailar al matón de barrio, amenazando por escrito a medios de comunicación y a periodistas de manera directa. 

Miguel Ángel Rodríguez, mano derecha de Díaz Ayuso y creador del personaje de la presidenta, ya fue condenado por un delito continuado de injurias graves realizado con publicidad” tras llamar “nazi” al doctor Montes, ha agredido a periodistas como Andrea Ropero o ha sido multado por conducir cuadruplicando la tasa de alcohol permitida. El historial de este señor y las últimas acciones que ha llevado a cabo exigen al Partido Popular una destitución inminente, ya que el jefe de Gabinete de la Presidenta, que tiene un sueldo superior al del Presidente del Gobierno, y que pagamos todos los madrileños, no está capacitado para seguir en el puesto ni un día más.

Como tampoco está capacitada Isabel Díaz Ayuso para seguir representado a los madrileños y a las madrileñas tras mentir, con conocimiento de causa, a toda la ciudadanía en una rueda de prensa como dirigente regional. Y ahí es donde viene la parte de hipocresía. Hemos visto que, desde el PP, con Ayuso a la cabeza, se ha pedido la dimisión hasta de Pedro Sánchez por el caso ‘Koldo’, afirmado que el Presidente, que vivía a varias regiones del personaje, debía conocer todo lo que estaba pasando mientras que Díaz Ayuso, que duerme con el presunto corrupto en un piso -o en dos- pagados con dinero presuntamente ilícito, es una pobre consorte que ni siquiera sabía que su pareja, con la que convive, había ofrecido a Hacienda un pacto reconociendo sus fraudes para tratar de evitar la cárcel.

El portavoz del PP a nivel nacional, Borja Sémper, afirmó hace unos días a colación del caso ‘Koldo’ que “es lamentable lo que está pasando, es triste y da mucho asco” y que era “inaceptable enriquecerse en lo peor de la pandemia: Es una puñetera vergüenza”. Debe entender Sémper que solo es vergonzoso cuando no atañe a su partido porque con el caso ‘frutera’ ha hecho mutis por el foro. Eso, o que la sombra de Pablo Casado es alargada. Ya lo dice el refranero: ‘cuando las barbas de tu vecino veas cortar…”. El PSOE, mientras tanto, no tardó ni cinco minutos es tomar medidas ante un caso de presunta corrupción, porque cualquier partido puede sufrir estas cosas, lo importante es actuar para erradicarlas y ponerse al servicio de la justicia, algo que el PP ni hace ni ha hecho nunca.

Categorías: Opinión

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