Pasividad

“Tome un poco de iniciativa y salga de la pasividad; pequeñas acciones consistentes tienen impacto”. La frase es del escritor Darren Rowse y se puede aplicar, directamente, a la alcaldesa de Aranjuez, María José Martínez, a la que si hay una palabra que define, precisamente, es la “pasividad”.

El Partido Popular que ella dirige, con la inestimable pleitesía de Ciudadanos, Acipa y VOX, no ha sido capaz de presentar ni una sola iniciativa durante estos más de tres años de legislatura. Martínez ha vivido, y sigue viviendo, de proyectos iniciados en la anterior legislatura, que no se pudieron ejecutar por las trabas de la Comunidad de Madrid, donde la Alcaldesa de Aranjuez acudía para paralizar cualquier proyecto del Partido Socialista, y de iniciativas privadas a las que, por cierto, tampoco promociona ni les presta el respaldo que necesitan desde la Administración.

La prueba más cercana es la celebración del Festival de Globos de Aranjuez organizado por ‘The Balloon Company’, una iniciativa que partió en 2015 con un Gobierno Socialista a la que Martínez no ha prestado el más mínimo interés por promocionar, más allá de una presentación oficial, y porque no tenía más remedio. Es de sobra conocido que a Martínez las iniciativas puestas en marcha por el PSOE nunca le han gustado, y las deja morir sin importarle si son beneficios para la ciudad, y ahí está la prueba de, por ejemplo, El Raso de la Estrella.

Iniciativas como el Festival de Globos suponen un gran impacto social y turístico, ya que han sido miles de personas las que han acudido a Aranjuez porque, al menos, desde la Comunidad de Madrid sí se ha publicitado. Ese impacto tiene una incidencia muy importante en la economía de la ciudad y muchos han sido los vecinos que se han quejado de la falta de información por parte del Ayuntamiento del evento. El Partido Socialista siempre tuvo claro que este tipo de iniciativas han supuesto un empuje al tejido turístico y por eso ha mostrado, siempre que ha gobernado, una predisposición para darle el vuelo que necesitan. 

En contraprestación, el Gobierno municipal ha organizado el Día de la Bicicleta, en el que la participación ha bajado hasta los 1.800 inscritos cuando lo habitual era que participasen entre 3.000 y 5.000 vecinos. Esto es debido al cambio de fecha y a la modificación del horario. Un evento tan interiorizado en Aranjuez no puede obtener ese desprecio del Gobierno de María José Martínez simplemente porque no quiere hacerlo coincidir con ‘La Fiesta Nacional’, como a ella le gusta llamarla. Ondear la bandera de España, tratando de confrontar con el Gobierno de la Nación, como si las personas y formaciones de izquierdas no fueran españolas, le ha llevado a una mala planificación y a una pésima gestión de un día, el de la bici, que para los ribereños siempre ha sido una ocasión de participar en una fiesta por la convivencia y por la sostenibilidad. No se gobierna con banderas, se gobierna con iniciativas.

Organizar el Día de la Bicicleta de cualquier manera y sin tener en cuenta la seguridad de los vecinos, -ahí está el itinerario por la calle Ojalvo y la calle de la Princesa, prácticamente impracticables para los ciclistas-, exponiendo, además, sus datos personales sin aplicar la Ley de Protección de Datos ajustándose a lo que indica, es una muestra más de la desidia y el abandono al que el Gobierno de Martínez somete día sí, día también a esta ciudad.

Porque a la alcaldesa de Aranjuez nunca le ha interesado ni la cultura, ni la sostenibilidad, ni la modernización, ni la ciudad, ni sus gentes, y son afirmaciones que sustenta una gran parte de la población, que acusa a este Gobierno de no trabajar ni por la ciudad, ni por sus gentes.

La Asociación ‘Aranjuez Crea Cultura’ viene organizando en las últimas fechas eventos relacionados con la música en la calle. Concretamente, hace unos días, puso en marcha una actividad en la que bandas de jazz de Aranjuez y de fuera de la ciudad han tocado música en vivo, en las calles. Este evento tampoco ha merecido la atención del Gobierno de PP y Ciudadanos, como tantos otros que, organizados desde el sector privado, pasan desapercibidos para muchos ciudadanos porque no hay un apoyo del Ayuntamiento a nivel divulgativo.

Aranjuez no merece este desprecio por parte de Maria José Martínez. Aranjuez merece volver a sonreír, porque la tristeza está invadiendo las calles desde que a la alcaldesa le regalaron el bastón de mando a cambio de nada.