Curar las heridas

Publicado por PSOE Aranjuez en

Laura Hernández. Concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Aranjuez y Vicesecretaria General del PSOE, responsable de Memoria Democrática

Calla

No remuevas la herida

Llora siempre en silencio

No levantes rencores

Que este pueblo es tan

pequeño

Eran otros tiempos…

(Justo. Rozalén)

El pasado viernes, mientras acompañaba a familiares de los fusilados en Aranjuez a preparar los mausoleos que dan un lugar, modestamente digno, a los cuerpos de los 220 republicanos asesinados durante la dictadura franquista para su anual homenaje, escuché de nuevo el “calla y vamos” cuando una señora indicaba a quien supongo sería su marido, que su abuelo estaba enterrado allí.

Muchos años, demasiados, se llevan escuchando estas y otras palabras para silenciar a las víctimas y justificar a los verdugos. Pero la profunda herida duele y después de tantos silencios, de tanta “desmemoria” colectiva, estábamos obligados a pedir de una vez por todas perdón. Y es que como cantaba Ismael Serrano al Bando vencido no todos hemos dedicado “Ni un momento, ni un recuerdo, para los que perdieron, los que construyeron la tumba, el mausoleo, de la miseria, del carnicero”. Y estamos obligados también como sociedad a crear un instrumento de defensa de la democracia constitucional como forma pacífica de convivencia. 

Y es que aunque no lo creamos, las democracias son frágiles y jamás se deben dar por consolidadas. Solo hay que mirar al mundo para comprobar cómo un grupo de insurrectos asaltaba el Capitolio o hace solo unas horas conocidos futbolistas incitaban a la revolución del pueblo brasileño para forzar la intervención militar tras la victoria democrática de Lula Da Silva o los constantes ataques a la democracia y el Estado de Derecho protagonizados por la extrema derecha en Polonia, Hungría e Italia.

Por eso es tan importante la Ley de Memoria Democrática. Porque con ella se intenta saldar una deuda con las víctimas basada en la verdad, en la justicia, la recuperación y la salvaguarda y difusión de la memoria. Porque como estado democrático debemos reconocer a quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, de pensamiento u opinión, de conciencia o creencia religiosa, de orientación e identidad sexual, durante el período comprendido entre el golpe de Estado de 18 de julio de 1936, la Guerra de España y la Dictadura franquista, incluyendo su reparación moral y recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva. Además, ya llegábamos tarde en la condena de forma expresa del golpe de Estado ilegal y posterior dictadura franquista.

Sin embargo, el Partido Popular reniega de la memoria democrática en España. Nada nuevo en una organización fundada tras la dictadura, bajo el nombre de Alianza Popular con varios ministros franquistas con Manuel Fraga a la cabeza. Los sucesores del dirigente gallego, Aznar, Rajoy y Pablo Casado, ya se posicionaron contra de la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007 por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, algo que otros partidos conservadores avalaban como normal en el resto de Europa, pues era necesaria la recuperación de la dignidad de quienes fueron víctimas del fascismo que asoló el continente hace un siglo. No solo eso, incluso Mariano Rajoy se comprometió a derogarla y se jactaba de vaciarla de recursos económicos. Eso supuso que durante sus siete años de gobierno, se impidiera realizar a cargo del gobierno los proyectos para buscar las miles de fosas comunes que existen en España y desenterrar e identificar los restos mortales para que los familiares de los asesinados pudieran darles sepultura.

El actual PP de Feijoó sigue posicionándose radicalmente en contra de esta Ley que pretende ahondar en el reconocimiento de quienes fueron asesinados, desterrados, expoliados y violados por la dictadura de Franco, así como terminar con los reconocimientos nobiliarios y distinciones a ministros, militares golpistas o ideólogos y entre los que están los ducados de Franco, Primo de Rivera o Carrero Blanco o los marquesados de Queipo de Llano y San Lorenzo de Yagüe. Incluso presentó enmiendas para derogar el artículo que elimina la Orden Imperial del Yugo y las Flechas, máximo honor que concedía la dictadura de Franco y que tiene entre sus galardonados a Adolf Hitler, Benito Mussolini o Rudolph Hess.

La extrema derecha y la derecha extrema de nuestro país van contracorriente de los avances democráticos que España y los españoles nos merecemos. Mientras se les llena el cuerpo y el alma de rojigualda olvidan que en España había un gobierno democrático elegido el 14 de abril de 1931 y que ellos defienden un Golpe de Estado militar. Que muchos españoles llevan años reclamando justicia.  Que detrás de las cifras, de un pasado que se pretende olvidar, hay personas y familias enteras destrozadas. Que las víctimas no son solo los miles de asesinados, exiliados, represaliados y cadáveres sin identificar en fosas comunes. También lo son los torturados y las familias incompletas, aquellas cuyos hijos fueron robados para entregarlos a familias adeptas al régimen o de moral socialmente aceptada.

La historia de nuestro país sigue sin estar bien contada y es imprescindible la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas. Por desgracia, la memoria es efímera traicionera y “Si no curas la herida duele, supura, no guarda paz”.

Categorías: Opinión

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