El victimismo de Ayuso ya no cuela

Luz del Pozo. Secretaria de Sanidad del PSOE Aranjuez

Víctima es quien sufre un daño personal por caso fortuito o culpa ajena. Victimismo, en cambio,  es cuando alguien se disfraza de víctima, aparentando una agresión o perjuicio inexistente y responsabilizando a los demás. 

Si analizamos el comportamiento de Isabel Díaz Ayuso para justificar su mala gestión, ha consistido sistemáticamente en hacerse la víctima y echar culpas a los demás de su mala gestión, fundamentalmente, al gobierno de España. Por ejemplo con el Covid.

Esta estrategia de victimismo y de soberbia la funcionó bien en mayo de 2021, ya que obtuvo la confianza de muchos madrileños que en la actualidad no se la volverían a dar.  Recordemos un  reportaje fotográfico, que se hizo viral, vestida de negro, sobre un fondo negro, con las manos entrecruzadas sobre el pecho y con la mirada perdida y triste por como la crisis sanitaria del Covid  cerraba  bares, y por ello los madrileños no podían salir a tomar cañas porque el “Gobierno de España era muy malo, nos tenía secuestrados… en definitiva, no eramos libres”. Se aprovechó de la vulnerabilidad emocional del momento, con una crisis sanitaria como hace más de 100 años no se había visto en España, se aprovechó de las ganas que había de volver a la tan esperada normalidad, de estar con nuestros seres queridos, con los amigos, de salir de vacaciones, de estar en celebraciones, fiestas… de volver a vivir. Y por ello, seguramente, a su campaña electoral la llamó ‘Libertad’. 

Todo tiene su tiempo y su momento, el del victimismo a la Presidenta le ha caducado, ha cometido el error de deteriorar la Sanidad Pública de los madrileños, no aprendió nada durante la crisis sanitaria del Covid, para dotar de personal los Centros de Salud, las Urgencias, los Hospitales… Hizo lo contrario, despedir a 6.000 profesionales. Hoy tenemos una Sanidad Publica desmantelada. Se trataba de invertir más en Sanidad  para mejorar la salud de los madrileños. La Libertad empieza por la salud, si no se goza de salud, no se goza de la misma libertad. Señora Ayuso no intente engañarnos, las verdaderas víctimas somos los madrileños. Somos sus víctimas.

El pasado domingo, en la manifestación de la Sanidad Publica, cientos de miles de madrileños nos manifestamos en Madrid para defender nuestra Sanidad Pública, cientos de miles de personas fuimos por nuestra propia voluntad, sin que nadie nos tuviese que llevar en autocares con bocadillos incluidos, cientos de miles de personas nos manifestamos,  independientemente de militar o no en un partido, de tener unas u otras ideas políticas. Nos unía un bien común, tener una Sanidad Pública de calidad para que cuando vayamos a pedir una cita a nuestro médico de familia no tengamos que esperar dos semanas, para que cuando nos tengan que realizar una prueba o una intervención quirúrgica no tengamos que esperar meses, para que cuando nos tenga que ver el especialista no nos den cita para un año, para que cuando enfermemos de noche podamos ir a las Urgencias de nuestro Centro de Salud.

Basta ya, Presidenta, de echar las culpas de su mala gestión a quien no tiene las competencias sanitarias. Lo hizo con las miles de muertes de nuestros mayores en sus residencias, culpabilizando al Gobierno de España, y ahora, con el Plan de la apertura de las urgencias extrahospitalarias (PAC), culpabilizando a los sanitarios y acusándolos de boicotear la apertura que usted cerró hace más de dos años. Culpabilizando también a políticos de la izquierda acusándoles de politizar las manifestaciones que se han producido en estos meses. Uno de los motivos de la falta de sanitarios se debe a la precariedad laboral y la malas condiciones a las que usted los somete. Y sin personal suficiente es imposible abrir un servicio sanitario de Urgencias óptimo y de calidad y que la salud y la seguridad del paciente y del profesional no corra peligro. 

Basta ya, Presidenta, es indecente que siendo Madrid la región española más rica, es la de menos gasto  en Atención Primaria y que de cada dos euros que se gasta en Madrid, uno vaya a la sanidad privada. Su altanería (o algo peor) la llevó a  gastar más de 170 millones de nuestro dinero en el hospital Zendal, un capricho caro que todos pagamos y que en la actualidad no se usa más que para poner escasas vacunas.

En definitiva, el pasado domingo en la manifestación lo que los madrileños exigimos es que usted, señora Ayuso, nos devuelva lo que está deteriorando premeditadamente: la Sanidad Pública, la que mejora la vida de las personas.

¡¡Presidenta Ayuso, nos está quitando la Salud, nos está quitando la Libertad!!