EDITORIAL: El despropósito del PP

Publicado por PSOE Aranjuez en

Que la extrema derecha, o sea VOX, pretende regresar a la época del aceite de ricino y al caldo de gallina es notorio. Que la derecha extrema, o sea el Partido Popular, lo está secundando es incontestable. El recorte de derechos y libertades es un ejercicio por el que están apostando ambas formaciones, tratando de reverdecer viejas actitudes franquistas que secunda el partido que dirige Núñez Feijoó sin sonrojarse.

La última estirpe de ese franquismo recalcitrante es la decisión del Gobierno de Castilla y León, de PP y VOX en coalición, en el que pretende, de manera presuntamente ilegal, derogar puntos de la Ley del Aborto. El Partido Popular se vuelve a tragar un sapo que le coloca en los parámetros más derechistas, alejándose de un centro político en el que pretende, sin éxito, situarse. Y lo que es peor, lo defiende con una vehemencia absoluta que asusta.

El Gobierno de Pedro Sánchez ya ha enviado un requerimiento para que en Castilla y León se paralice cualquier protocolo de actuación que vulnere la actual normativa de la Ley, ya que lo que ha aprobado el PP, a instancias de VOX, es instar a los médicos a ofrecer a las mujeres embarazadas la posibilidad de escuchar el latido del feto, una ecografía en 4D (de imagen en movimiento) y recibir asistencia psicológica. El Partido Popular defiende que esta decisión no vulnera ningún derecho fundamental, pero lo cierto es que, conceptualmente, lo que trata es de vulnerar, de manera discriminatoria, los derechos y libertades de las mujeres, que son quienes tienen que decidir si hacen uso de su derecho al aborto de manera libre y sin ningún elemento influyente, que es lo que pretende el Partido Popular aprobando estos protocolos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid también ha entrado de lleno en la polémica declarándose “a favor de la vida”, como si el resto de seres humanos estuviesen a favor de la muerte. Los derechos adquiridos por las mujeres en este país, respecto a la interrupción voluntaria del embarazo, no pueden retroceder, porque contribuyen a una igualdad por la que la sociedad progresista en España lleva años trabajado, y este protocolo antiaborto que se pretende llevar a cabo en Castilla y León, además de atentar contra los derechos de las mujeres es un punto de partida muy peligroso que anuncia las medidas que la extrema derecha y la derecha extrema van a poner sobre la mesa en cada institución en la que gobiernen.

La Ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha afirmado que estas medidas van en contra de las guías clínicas adoptadas por las sociedades científicas respecto a los procedimientos y pruebas en el embarazo, ya que las pruebas que contempla el protocolo las prevé para el margen de la sexta a la novena semana de embarazo, algo que va en contra del criterio científico. Ni siquiera han aclarado si, en el caso de obligación para los facultativos, existirá la opción de objeción médica o los profesionales serán obligados a aplicar los criterios de la Consejería de manera dictatorial.

Lo que no ofrece ninguna duda es que siempre que la derecha gobierna cualquier institución en este país se produce un retroceso de derechos de las mujeres, que se ponen de manifiesto con relativa frecuencia. Y el problema no es que el Partido Popular esté venciéndose a las premisas de VOX para alcanzar los máximos sillones posibles, es que estas apetencias retrogradas están dentro de su propia ideología y de su forma de ver la vida. El populismo es un peligro para la sociedad española y el Partido Popular lo viene practicando de manera incesante en los últimos años, poniendo en riesgo el bienestar social e insultando la inteligencia, en este caso, de las mujeres de nuestro país.

La propia exconejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha criticado la falta de sensibilidad y de empatía de la Junta con las mujeres que quieren abortar. Mientras tanto, el Partido Popular, allá donde gobierna, como sucede en Madrid con Díaz Ayuso, desmembra la sanidad pública, precariza los servicios de atención primaria, multiplica las listas de espera y atenta contra la salud de los ciudadanos al prescindir de las urgencias extrahospitalarias.

Ante estos movimientos, que pretenden trasladar a este país al blanco y negro y al NO-DO, tenemos la fortuna de contar con un Gobierno, el de Pedro Sánchez, que no va a permitir retrocesos en los derechos adquiridos por las mujeres y con una sociedad que no va a dejarse influir por populismos que solo tratan de enfangar en la búsqueda de votos por la vía populista. 

Categorías: Opinión

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