EDITORIAL: Poca movilidad, menos sostenibilidad
La movilidad sostenible es un conjunto de acciones encaminadas a conseguir un mejor uso de los medios de transporte tanto particulares como públicos con el objetivo de cubrir las necesidades de la ciudadanía con el mínimo impacto ambiental.
En este aspecto, la Agenda 2030 marca unas directrices claras que se centran “en configurar un modelo de transporte más eficiente para mejorar la competitividad del sistema productivo, mejorar la integración social de los ciudadanos aportando una accesibilidad más universal, aumentar la calidad de vida de los ciudadanos, no comprometer las condiciones de salud de los ciudadanos y aportar más seguridad en los desplazamientos”.
Es algo más que evidente, porque así lo han manifestado desde la propia formación, que VOX es un partido contrario a la movilidad sostenible y a la agenda 2030, una linde a la que también se ha agarrado el Partido Popular, y no precisamente por cesiones o ‘imposiciones’ a sus acuerdos de Gobierno con la ultraderecha si no porque han mostrado de manera clara, como hizo el concejal ribereño José de Ruz, que la movilidad sostenible y la sostenibilidad no tienen un lugar preferencial entre sus políticas, una posición en la que se sienten muy cómodos.
Aranjuez necesita zonas de bajas emisiones, carriles bici y políticas sostenibles que diseñen un futuro verde imparable que al Partido Popular y a sus socios de Gobierno no parece sonarles de nada
Es un hito histórico que Aranjuez, dentro del esperpento que sostiene al Ejecutivo de Partido Popular y VOX, que aunque se disponga de una delegación con la nomenclatura de ‘Movilidad’ no haya ningún apego a ella, por lo que podemos concluir que esta ciudad de lo que dispone es de un concejal de NO MOVILIDAD, una broma de mal gusto, sobre todo, si nos atenemos al obligado cumplimiento de la instauración de las zonas de bajas emisiones, que la extrema derecha y la derecha extrema ningunean sistemáticamente atreviéndose a afirmar, incluso, que no es necesario llevar a cabo.
El presente es el quinto año consecutivo que el Partido Popular de María José Martínez gestiona esta ciudad, y en este lustro no han sido capaces de diseñar una apuesta firme por la movilidad sostenible en nuestra ciudad. No hay que olvidar que este Ayuntamiento y este Gobierno ya perdieron la posibilidad de acceder a cientos de miles de euros de subvención del Gobierno del Pedro Sánchez por no disponer de un Plan de Movilidad Urbano Sostenible -del que el PSOE ya dejó en su anterior legislatura un estudio inicial para que se acometiese- y que hubiese servido para poder llevar a cabo un proyecto de carriles bici en la ciudad tan necesario como demandado.
El Gobierno de Partido Popular y VOX se cuestiona que por dónde van a circular los vehículos si se acomete una peatonalización y se limitan los accesos a zonas de bajas emisiones, pero no priorizan la salud ambiental que, a la postre, es la salud de la ciudadanía, por lo que resulta hasta entendible que la sostenibilidad sea, para ellos, como aquel primo lejano al que hace años que no ven y que no tiene una incidencia directa en sus vidas; sin embargo, sería conveniente recordar que en Aranjuez, en muchas ocasiones, se disparan los índices de ozono troposférico, debido a la contaminación, por lo que una política de movilidad razonable mejoraría nuestra salud.
Estas actitudes, de sobra, aclimatan la dejadez de Martínez y compañía, desnudando un proyecto de ciudad que ni está ni se le espera, y que es el pilar básico de una desnutrición que Aranjuez está sufriendo a manos de quienes ni siquiera le han otorgado, una vez más, una oportunidad a la Semana Europea de la Movilidad, celebrada recientemente -o no celebrada en nuestra ciudad, más bien- y que, como ya viene siendo habitual, ha pasado desapercibida.
Aranjuez necesita zonas de bajas emisiones, carriles bici y políticas sostenibles que diseñen un futuro verde imparable que al Partido Popular y a sus socios de Gobierno no parece sonarles de nada.
Toda esta neblina en los ojos del Ejecutivo local afecta también, de manera directa, al transporte público, como se puede observar en el apeadero de autobuses en la calle Infantas, en el que a diario se forman interminables colas de vecinos y vecinas que pretenden aspirar a coger un autobús que les lleve a su centro de trabajo, a su centro de estudios o a desarrollar cualquier gestión cotidiana.
Porque dentro de su despliegue de desinterés, más allá del conjugo de falacias, el Gobierno de la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso deja Aranjuez tiritando por falta de inversiones, costumbre que se ha convertido en tradición a pesar de que, hace pocas semanas, la alcaldesa de Aranjuez haya pasado a formar parte del Parlamento regional con dos salarios y sus complementos, entre unas cosas y otras, cercano al del Presidente del Gobierno y sin muchas esperanzas de que ribereños y ribereñas se sientan bien representados en plegarias que, como alcaldesa, debiera hacerse Martínez a ella misma, como diputada regional, para favorecer los intereses de su ciudad, algo que no va a suceder, ya adelantamos.
El caso es que el Partido Socialista va a presentar a Pleno una propuesta para que estos problemas de transporte público se solucionen y para que se solicite al Gobierno de la Comunidad de Madrid la construcción de una estación de autobuses en la ciudad que, además, se debería complementar con un carril bus VAO en la A4 para facilitar el trayecto Aranjuez-Madrid y viceversa para vehículos de alta ocupación, lo que reduciría la contaminación. El PSOE pone sobre la mesa estas reivindicaciones con la responsabilidad de defender a la ciudadanía con la esperanza de un voto favorable del Gobierno municipal para que se resuelvan todos estos problemas sin aplicar el rodillo de su mayoría absoluta y trabajando en beneficio de los ribereños y ribereñas.
0 comentarios