Editorial: La derecha y la participación ciudadana

Publicado por PSOE Aranjuez en

La Red de Entidades Locales por la Transparencia y Participación Ciudadana afirma que “la transparencia tanto en las administraciones públicas como en las entidades locales es un pilar fundamental para fortalecer la democracia y construir una sociedad más justa, participativa y abierta”.

Uno de los pilares básicos de esta transparencia se centra en la participación ciudadana y, sostienen, que “no solamente se debe publicar información sino involucrar a los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones. Las entidades locales deben buscar activamente la participación de la comunidad, a través de audiencias públicas, encuestas, foros de discusión, debates…”.

El Partido Popular nunca ha sido un partido que apueste ni por la transparencia ni por la participación, y prueba de ello es que durante la pasada legislatura ni siquiera al concejal Miguel Gómez, responsable de este área, le preocupó lo más mínimo la modificación del Reglamento de Participación Ciudadana -sigue sin interesarle- que, con su actualización, permitiría que asociaciones y colectivos de una creación relativamente nueva pudiesen ser partícipes de la toma de decisiones en los diferentes consejos, amén de abrir la participación a una ciudadanía que no solo está para votar cada cuatro años.

«A la derecha la participación no le interesa, porque tampoco les interesa la democracia, como viene demostrando el PP desde hace años con el bloqueo a la renovación del Poder Judicial. Eso sí, nadie les gana en enarbolar banderas, iconos que no sirven para gestionar ni para poner en práctica políticas que beneficien a la ciudadanía».

A la derecha la participación no le interesa, porque tampoco les interesa la democracia, como viene demostrando el PP desde hace años con el bloqueo a la renovación del Poder Judicial. Eso sí, nadie les gana en enarbolar banderas, iconos que no sirven para gestionar ni para poner en práctica políticas que beneficien a la ciudadanía.

En la última comisión de Fiestas, el Partido Socialista propuso que se hiciese una consulta ciudadana para que fuesen los propios vecinos y vecinas quienes diesen su opinión a la hora de elegir los días festivos tanto en mayo como en septiembre. No recibió el señor Gómez la propuesta como algo positivo ya que, entienden en su partido, los vecinos ya están representados en algunos de los colectivos que asisten a dicha comisión. Una inexactitud clamorosa.

Tampoco les agrada abrir a la participación la toma de decisiones en cuestión del crecimiento de la ciudad, no les interesa que sean las ciudadanas y los ciudadanos quienes opinen sobre el desarrollo de infraestructuras o servicios que entienden como más necesarios, algo por lo que el PSOE ha apostado en anteriores ocasiones como con la puesta en marcha del Consejo Ciudad o como la intención de abrir la gestión municipal a la ciudadanía para que opine de todos los aspectos que conciernen a Aranjuez, punto que estaba incluido en nuestro programa electoral. Tal vez sea ésta una cuestión de peso a la hora de iniciar los trámites para la elaboración de la Agenda Urbana y poder así acceder a fondos europeos, ya que una de las premisas, precisamente, es que se tiene que elaborar con la participación ciudadana.

Si el Partido Popular nunca ha tenido en cuenta opiniones ajenas a su organización cuando ha gobernado, mas allá de alguna ‘concesión’ para sacar adelante los únicos presupuestos que logró sacar en la pasada legislatura, en la actualidad está haciendo brillar el rodillo de su mayoría absoluta junto a la extrema derecha para poner en práctica políticas que poco tienen que ver con el crecimiento de la ciudad.

Hay quienes afirman que las mayorías absolutas son dictaduras encubiertas, una expresión que el Partido Popular lleva hasta las últimas consecuencias. El Partido Popular no solo no se abre al consenso en los asuntos de ‘Estado’ del municipio, es que, además, con su particular rodillo han evidenciado que no solamente van a votar en contra de cada una de las propuestas de la oposición, es que también van a ser capaces de modificar propuestas, que en muchas ocasiones nacen de las sugerencias de vecinos y vecinas, presentando enmiendas que modifican el sentido de la propuesta y la desvirtúan, algo que ha sucedido en el Pleno recientemente celebrado con una propuesta del PSOE sobre las necesidades de los usuarios de los autobuses interurbanos, en la que se pedía el refuerzo ante la insuficiencia del servicio y, también, la construcción de una estación de autobuses. Si una enmienda es constructiva y sirve para enriquecer una propuesta, bienvenida sea, pero no parece que vaya a ser ésta la tónica.

De esta manera coartan la libertad de que los grupos de la oposición puedan presentar mociones que beneficien a los ciudadanos, atentando contra la democracia y levantando en Pilar del totalitarismo que siempre ha caracterizado a la derecha en esta ciudad. Si no les gusta la propuesta, presentan enmiendas que, con su mayoría absoluta de derecha extrema y extrema derecha, serán aprobadas, convirtiendo, de esta manera, las propuestas de la oposición en propuestas de Gobierno por lo que, si exageramos, el Partido Popular y VOX podrían convertir el Pleno en un asunto monográfico y dictatorial. No lo descartemos. 

John Ralston, literario y ensayista canadiense, afirma que “la democracia es el único sistema capaz de reflejar la premisa humanista de equilibrio o balance. La clave de su secreto es la participación de los ciudadanos”. Por algo será. 

Categorías: Opinión

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