Avanzar, el único camino
Según el Partido Popular, España lleva rompiéndose desde, más o menos, 1880, año en el que aparecen los primeros partidos nacionalistas en Cataluña y en el País Vasco, aunque si nos ceñimos a la historia pura y dura, desde finales del siglo XVIII se puede hablar de nacionalistas en nuestro país.
El caso es que unos cuantos cientos de años después, la nación sigue en pie y cohesionada, sin más amenazas de ruptura que la que propició el asesino Francisco Franco, predecesor de PP y VOX y al que hoy veneran sin escrúpulos, con un golpe de Estado en 1936 y cientos de miles de asesinatos durante su dictadura.
Hoy, afortunadamente, vivimos en democracia, gracias a la lucha de millones de hombres y mujeres que arriesgaron e, incluso, perdieron sus vidas para que podamos disfrutar de una libertad que Partido Popular y VOX nos quieren arrebatar, porque la extrema derecha y la derecha extrema se han empeñado en ganar en las calles, haciendo uso del odio y la violencia, lo que no fueron capaces de ganar en las urnas el pasado 23 de julio.
El juego al que está jugando el Partido Popular sembrando el odio contra Pedro Sánchez, y abrazados a la ultraderecha, puede tener unas consecuencias muy negativas. Por supuesto que cada uno es libre, y tiene que serlo por derecho, de manifestarse y protestar contra quien quiera o contra lo que quiera, pero hacerlo desde el odio y la violencia verbal puede provocar escenas muy peligrosas que pueden ser muy graves.
Avalar aullidos como “Sánchez muérete”, “esta sede la vamos a quemar” o ver agresiones contra las fuerzas de seguridad o de algunos periodistas, ya sea de manera física o verbal, es un riesgo que deberán asumir quienes están alentando a ello. Los Núñez Feijóo, Díaz Ayuso, Martínez Almeida o Abascal se han enrolado en una espiral vergonzosa que está atentando contra la libertad y los derechos de millones de españoles, que votaron en las urnas de manera libre y democrática que no quieren un Gobierno en el que esté la extrema derecha.
Pero el Partido Socialista no se va a amedrentar, porque va a seguir luchando por que persista la libertad que un día la ultraderecha nos arrebató, porque va a seguir defendiendo los derechos democráticos aunque el Partido Popular practique un silencio atronador ante manifestaciones que son incívicas, con insultos, vandalizando las sedes socialistas y con numeritos esperpénticos como los de la señora Esperanza Aguirre, que tiene a muchos miembros de su Gobierno en la cárcel por robar a los madrileños y madrileñas y que fue una de las impulsoras de la trama Gürtel en Madrid.
El Partido Popular está avalando todo esto y, además, lo hace sin asumir ninguna responsabilidad, porque la crispación y la violencia no puede generar nada bueno y sí puede propiciar que se pierdan valores tan importantes como la tolerancia, el respeto y la cultura democrática.
El cinismo de la derecha española empieza a no tener límites. Y quienes entiendan que todo este movimiento es por la Ley de Amnistía, se equivocará, porque fue, precisamente, el Partido Popular el que, no hace mucho, con Rajoy en la presidencia, sacó adelante una Ley que ‘perdonó’ a 30.000 defraudadores que tendrían que haber sido juzgados. Porque José María Aznar, que hablaba catalán en la intimidad cuando le interesaba y cedía a los independentistas catalanes lo que le pidiesen para mantener la presidencia del Gobierno, en 1996 indultó a 15 terroristas de Terra y Lliure y definió a ETA como el ‘Movimiento de Liberación Vasco’. Porque él fue el impulsor del ‘Pacto del Magestic’ y porque construyó herederos como Isabel Díaz Ayuso, que lo más destacado que ha hecho ha sido dejar morir a más de 7.000 ancianos en las residencias de la Comunidad de Madrid durante la pandemia.
El Partido Socialista va a seguir con su hoja de ruta, para que se siga avanzando en la convivencia entre territorios, para seguir poniendo en marcha políticas sociales que protejan el bienestar de los españoles y las españolas, acciones como la reducción de la jornada laboral, un plan de choque contra el desempleo juvenil, el refuerzo del sistema público de salud o el aumento del parque público de vivienda, entre otras muchas cosas, políticas que suponen un crecimiento y que han llevado a este país a liderar la Comunidad europea y que son avaladas, incluso, por medios como el Financial Times que, precisamente, no son medios de izquierdas. Mientras tanto, el Partido Popular, en manos de la extrema derecha, puede seguir atentando contra la libertad y contra la Constitución, esa que dice defender mientras lleva años bloqueando el Poder Judicial.
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