EDITORIAL: Cinismo e hipocresía

El Secretario General del Partido Popular en Aranjuez y primer Teniente de Alcalde en el Gobierno de María José Martínez, Miguel Gómez, ha reflexionado esta semana en redes sociales sobre la actual situación política, publicando un texto al que le pone una banda sonora concreta: los versos de Miguel Hernández, ‘Para la libertad’, musicados por Joan Manuel Serrat, una curiosa elección teniendo en cuenta que fueron los versos que su compañero de partido, el Alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, borró de un plumazo en el cementerio de La Almudena del memorial de las víctimas de la Guerra Civil. Sería por la vergüenza que debió darle que los suyos, los fascistas, -él mismo así lo asumió-, dejasen morir al poeta en la cárcel.

Comienza su reflexión el señor Gómez aclarando el respeto que le tiene a votantes y dirigentes socialistas, reconociendo incluso alguna que otra aportación de los mismos en muchos momentos para, después, razonar fuera del recipiente -como diría Marcos Mundstock- y cuestionar la democracia, la Constitución y la separación de poderes. También al propio Partido Socialista y a la izquierda en general. Lo que viene a ser un “a Dios rogando…” nada novedoso en el número dos de los populares ribereños.

Para mostrar respeto, lo primero que debería haber hecho el señor Gómez, y su partido, es condenar con firmeza los ataques, insultos y actos violentos y vandálicos que estamos sufriendo los y las socialistas en nuestras sedes de toda España, -también en Aranjuez-, actos provocados por sus ex compañeros de partido y actuales socios en consanguinidad de la extrema derecha. Si el señor Gómez pretende tener un mínimo de credibilidad, debería haber aparcado la tibieza y haber expresado con rotundidad su repulsa a cualquier tipo de violencia, algo que no ha hecho. 

Pero también desde su propio partido, el Popular, se alienta a las huestes con declaraciones como las de José María Aznar, aquel presidente que nos metió en una guerra porque en Irak había armas de destrucción masiva y que tuvo consecuencias como las del 11M, y que ha afirmado que “hay que pasar de las palabras a los hechos”, ¿qué hechos, señor Gómez? O como las sentencias verbales de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que dejó morir a 7.000 ancianos durante la pandemia en las residencias y que ha expresado que “nosotros nos encargaremos de devolver golpe por golpe”, ¿qué golpe, señor Gómez? 

Cuestiona el Primer Teniente de Alcalde, en sus apuntes de su paso por el otoño, si es “progresismo amnistiar a quien malversó dinero público para destinarlo a sus intereses políticos, que no son otros que romper España”, pero no hace referencia alguna al rescate que hizo su partido a la banca con 65.000 millones de euros de dinero público y que provocó, entre otras cosas, que se vaciase la hucha de las pensiones. Tampoco recuerda el señor Gómez la amnistía fiscal que promovió el Partido Popular y que significó el perdón de cientos de millones de euros a miles de defraudadores del dinero público. Por cierto, critica el popular una ley de la que ni siquiera hay anteproyecto que criticar.

Hace referencia, también, a los 15.000 millones que el Gobierno va a condonar por su deuda a Cataluña sin mencionar que se trata de un acuerdo que afecta a cualquier otra Comunidad que arrastre deuda, como la de Madrid, que también se va a poder beneficiar de esta norma, por lo que en ningún caso se vulnera el principio de igualdad. No recuerda, sin embargo, el señor Gómez que fue su partido, el Popular, el que transfirió 30.000 millones a Cataluña e indultó a varios terroristas de Terra i Llure “por unos cuantos votos”. Sí se pregunta el dirigente popular ribereño cuántos colegios públicos se podrían construir con ese dinero mientras su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, acaba de regalar dos parcelas a entidades privadas en Madrid para la construcción de centros concertados en el mismo lugar en el que prometió, en campaña electoral, la construcción de centros escolares de carácter público.

Se pregunta el señor Gómez, dejando a un lado el cinismo, si “es de izquierdas gobernar con los herederos de los asesinos de tanto trabajador inocente que tantas familias rotas han dejado”, sin aclarar que Bildu, al día siguiente de la celebración de las Elecciones Generales, aclaró que no apoyaría un Gobierno de la extrema derecha y que facilitaría un gobierno progresista sin pedir nada a cambio. El PSOE no va a gobernar con Bildu ni ha pactado nada con ellos, a diferencia del propio señor Gómez, que sí ha acordado un gobierno en Aranjuez con los herederos del franquismo, una dictadura que perpetuó cientos de miles de asesinatos y que, a día de hoy, sigue exhibiendo símbolos anticonstitucionales y alentando a la violencia en las calles. Él sí gobierna con ellos.

Tampoco se ha detenido en sus reflexiones el Secretario General de los populares de nuestra ciudad en su actual presidente de partido, Alberto Núñez Feijóo, íntimo amigo de uno de los mayores narcotraficantes de este país, que rompió cientos de familias en Galicia, y al que adjudicó varios contratos a empresas que gestionaba.

Para finalizar, cita en su cierre el señor Gómez a Manuel Azaña, presidente de la república que asaltó con un golpe de Estado Francisco Franco y que perpetuó durante 40 años de dictadura una ideología, la de derecha extrema y extrema derecha, que hoy defienden con firmeza Partido Popular y VOX. Bien haría en tener como referentes reales el señor Gómez a Azaña, Hernández y Serrat pero, lamentablemente, esta puesta en escena no le convence ni a él mismo. Respete la democracia, la Constitución y acate un resultado electoral que ha dicho que españoles y españolas no quieren un Gobierno extremo que caduque avances sociales, leyes de igualdad y respete al resto de ideologías. Le iría mucho mejor.