EDITORIAL: Sin presente ni futuro

El desarrollo económico de una ciudad es el actor principal para su crecimiento, una base sólida sobre la que edificar un futuro que permita que el estado de bienestar crezca sin comprometer a los sectores principales. Para este desarrollo se puso en marcha en 2017, bajo un Gobierno Socialista, el ‘Pacto para el Análisis y el Impulso de la Actividad Económica e Iniciativas para el Empleo’.

Es imprescindible contar con un proyecto y un plan estratégico para desarrollar políticas consensuadas que establezcan los parámetros necesarios para impulsar este tipo de iniciativas. Aquel Pacto por el Empleo contaba con la participación de los principales agentes de la ciudad: sindicatos, asociaciones y principales grupos políticos de la Corporación. El Plan, además, estaba dotado económicamente con un millón de euros para facilitar su impulso.

El documento consensuaba el futuro económico de Aranjuez para que, gobernase quién gobernase, tuviese clara la hoja de ruta a seguir en materia de empleo y económica en nuestra ciudad. El documento incluía el desarrollo industrial y logístico de lo sectores IX y X del Cerro de la Linterna, de Puente Largo, del Montecillo y del Sector del Automóvil y una puesta en valor para las empresas que se quisieran instalar en Aranjuez. Además, establecía la constitución de un Observatorio de la Industria que estuviese en contacto diario con las empresas que ya estuviesen instaladas en Aranjuez y atendiese a sus necesidades y sirviese como herramienta para su consolidación.

También se centraba en el turismo y en el comercio, incluyendo programas específicos en materia de turismo, con acciones específicas relacionadas con la Marca Aranjuez, alrededor de la cultura como motor de atracción turística y que, en el ámbito del Comercio, planteaban programas para el fomento de los Centros Comerciales Abiertos, la generación de una Bolsa de Locales Comerciales o el establecimiento de una línea de ayudas para la apertura de nuevos negocios.

Tampoco dejaba de lado la formación y el emprendimiento, con la habilitación de un Centro Integral de Empleo, que incluía la puesta en marcha de una Agencia Pública de Empleo, un Centro de Formación y otro de Orientación Laboral, así como un Centro de Apoyo al Emprendimiento, un espacio de ‘coworking’ para jóvenes y una aceleradora de ‘startups’ como parte del proyecto para emprendedores que establecía el Pacto Local, que incluía, además,  acciones relacionadas con la agricultura.

Este Pacto por el Empleo, que tenía validez hasta 2019 con el objetivo de ir mejorando de manera paulatina, ha sido abandonado por el Partido Popular de María José Martínez, que ha vuelto a demostrar que ni tiene proyecto ni intención de mejorar esta ciudad ni social ni económicamente. Desde que porta el bastón de alcaldesa, Martínez solo se ha limitado a aprovechar los planes regionales de Empleo, que no son la base sobre la que tiene que crecer la actividad económica de esta ciudad. 

Es necesario pactar el futuro de Aranjuez entre todos los actores sociales, con un proyecto amplio que genere y desencadene en políticas que supongan la puesta en marcha de acciones que impulsen la economía de la ciudad, con empleo, con desarrollo económico, con el impulso del comercio y los sectores hoteleros y hosteleros.

Es indiscutible que Aranjuez ha ido sufriendo un descenso en capacidad económica, provocado, entre otras cosas, por la desaparición de industrias como Agfa, Unilever, o Fruehauf, empresas que generaban empleo estable y de calidad, por lo que es imprescindible apostar por el turismo, con proyectos como el del Partido Socialista para conseguir un parador Nacional que sirva como nexo de unión con el centro de la ciudad, apostar por la agricultura y desarrollar suelo industrial que permita inversiones más que necesarias.

Esta ciudad tiene que disponer de una hoja de ruta que tiene que ser pactada por todos los actores principales, como se pactó en su día en este documento del que el Partido Popular y sus socios de la ultraderecha han hecho caso omiso. No tienen ni interés, ni capacidad, ni ganas de trabajar por Aranjuez, con una alcaldesa desaparecido, más preocupada por desarrollar sus intereses personales como diputada en la Asamblea de Madrid, y de un Primer Teniente de Alcalde, Miguel Gómez, que ni está, ni se le espera, sin presente y, lo que es peor, sin estrategias de futuro para una ciudad que no puede estancarse como se está estancando con un desgobierno que no es tolerable para los intereses de la ciudadanía.