EDITORIAL: Políticas sociales, por favor

Las políticas sociales son un eje fundamental en el desarrollo de los ayuntamientos. Cobran especial relevancia para garantizar la inclusión social, disminuir la pobreza o generar nuevas oportunidades de empleo que permitan el crecimiento de determinada clase social más castigada. Resumiendo: proteger y ayudar a potenciar la capacidad de las familias.

Un estudio realizado por Foessa afirma que “las políticas sociales, como parte de sus objetivos, tienen la misión de cubrir actividades de acción social contemporánea, promover el bienestar social de sus ciudadanos y mantener el orden desde el punto de vista legal”.

Habitualmente, la derecha extrema y la extrema derecha en España confunden políticas sociales con la beneficencia, algo muy del gusto de los años del franquismo. Con esta actitud tienden a estigmatizar a las familias más desfavorecidas en lugar de proporcionarles mecanismos y herramientas para que puedan desarrollarse como seres humanos. Ya lo dice el conocidísimo proverbio chino: “dale un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.

No es que el Gobierno municipal en Aranjuez, de Partido Popular y VOX, liderado por María José Martínez, pueda derrochar argumentos para hacer gala de alardeo alguno, porque en cuestión de políticas de gestión no es que esté precisamente a la vanguardia. No existe ni limpieza ni mantenimiento de nuestras calles, no trabaja por atraer nuevos inversores para el municipio, no existe un plan de empleo, no hay ni rastro de la Comunidad de Madrid en materia de inversiones… lo que viene a denominarse “un desastre”. En políticas sociales la situación no mejora.

El Partido Socialista siempre ha tenido claro que el camino es invertir. En nuestro programa electoral ya se avanzaba que “los objetivos de Desarrollo Sostenible señalan que para alcanzar la Igualdad Social es imprescindible convertir a las personas en el epicentro de todas las políticas públicas. Por ello, necesitamos una ciudad inclusiva que proteja a los más vulnerables y alcance la igualdad y la cohesión social. Aranjuez es el municipio de España con menor inversión en políticas sociales, con una media de 31,1 euros por habitante». Desde el PSOE, el compromiso era trabajar para dar un impulso y llegar a 52,12 euros por habitante, que es el mínimo recomendado, y generar así un escudo social que garantice el acceso de cualquier vecino o vecina que lo necesite.

Aranjuez, con el Partido Popular de Martínez, ostentaba hasta hace poco el dudoso honor de ser el municipio en todo el país que menos invertía por habitante en gasto social. Ahora ha mejorado algún puesto porque hay algún municipio que ha empeorado en este aspecto, no porque nosotros hayamos mejorado. ADN Partido Popular, por supuesto.

Con las derechas, Aranjuez se ha convertido en un municipio con corazón de piedra, con una evidente falta de sensibilidad y con un abandono existencial hacia las familias más desfavorecidas. Se necesitan políticas más robustas y, sobre todo, exigir a la Comunidad de Madrid políticas de redistribución, porque no es lo mismo realizar un convenio de servicios sociales con municipios más favorecidos económicamente, como por ejemplo Pozuelo, que con municipios más castigados como Aranjuez o Pinto.

Como viene siendo habitual, la Comunidad de Madrid también practica el arte de birlibirloque cuando negocia los convenios sociales con los municipios, porque el Gobierno de España aporta el 33%, la Comunidad de Madrid otro 33% y el resto, los ayuntamientos. Sin embargo, la presidencia de Díaz Ayuso se queda con el 33% del estado y luego lo renegocia con los municipios al 50%, lo que significa que se queda una parte. Puro PP.

Tampoco en el comedor social anda de dulce el Partido Popular, puesto que desde hace años no se aumenta la partida de gasto municipal, anclada en los 20.000 euros. Sin embargo, la vida sube a razón del IPC, hay alimentos que se han encarecido y, sin embargo, el Gobierno municipal no aumenta la partida. Habría que recordarle a Martínez y su elenco que los abrazos y las fotos con sonrisa ‘profident’ no compran alimentos.

Tampoco en políticas de vivienda anda lúcida la derecha. Hay que recordar que Aranjuez vive una situación de emergencia en muchas familias y, sin embargo y a pesar de la insistencia por activa y por pasiva el Partido Socialista, la alcaldesa mantiene cerradas a cal y canto 75 viviendas en el barrio de Agfa que podrían destinarse a vivienda social. Un despropósito.

Habrá que insistir al PP que en nuestro país existen los derechos, y como decía Mafalda: «estos derechos… a respetarlos, ¿eh? ¡No vaya a pasar como con los diez mandamientos!»